Ayer empezó la vacunación en las seis sedes habilitadas en esta alcaldía y en Tlalpan, donde se aplicó la del laboratorio chino Sinovac, cuyo plan concluirá el próximo martes.
Los jóvenes entrevistados dijeron recordar los momentos en los que sus padres y abuelos los acompañaron a presentar sus exámenes de ingreso al bachillerato, como André Cerdán, de 24 años, quien acompañó a Juventina Abarca, de 74, procedente de la colonia Santo Domingo: “Saber que le van a poner la vacuna a mi abuela me pone feliz, estoy emocionado. Ahora soy yo quien espero”.
De la colonia Santa Úrsula llegó Marco Antonio, de 17 años, quien también esperaba nervioso a su abuelita, al igual que Meliza Portilla, de 22, quien expresó “sentir bonito” de acompañar a su tía de 82 años.
“Me parece curioso que ahora somos nosotros los que esperamos, me da emoción”, aseguró Mónica Buitrón mientras esperaba a su papá; en tanto, Viviana comentó que “ahora cambiaron los roles, pero estoy feliz de esperar a mi abuela. Entró solita porque todavía está muy fuerte, aunque tiene 70”.
También acudieron familias enteras, como los hermanos Fernando y Luz María, quienes viven en la colonia Del Carmen y que se vacunaron junto con su mamá, Luz María Barajas, en menos de 60 minutos en un proceso que calificaron ágil y organizado.En la Escuela Nacional Preparatoria 5 José Vasconcelos una frase escrita en la barda principal, sobre Calzada del Hueso, daba la bienvenida: “Hoy es un día de esperanza. Bienvenidos a su vacuna”.
Las hermanas Teresa y Sandra Luz, del pueblo de San Pedro Mártir, así como el señor Juan Aguilar, de la colonia Tlalcoligia, dijeron estar contentos al ser inoculados, mientras les dieron una plática y una bolsa con agua, una palanqueta y una manzana.
Sobre la calzada de Guadalupe, donde se habilitó la salida del centro de vacunación de la preparatoria, llegaron niños y adultos franeleros que pedían cooperación voluntaria por permitir que las personas estacionaran los vehículos, además de vendedores de caretas, chicharrones y raspados.