Por: Felipe Cruz García …………………………………..
El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat y sus 40 ladrones, solo cuentan los días para que termine el sexenio y así pelarse a la capital del país, con costales de lana, porque en estos tres años que pasaron prácticamente no hicieron nada, solo le dieron atole con el dedo a los oaxaqueños.
Los oaxaqueños que estaban hartos del gobierno “democrático de Gabino Cué, optaron por votar por el Junior Murat, según para que les fuera bien, pero, resultó peor el asunto porque Oaxaca está totalmente de cabeza, ya que todo lo que prometió en campaña, fue puro rollo chino.
Dijo que iba a gobernar con los mejores hombres y mujeres de Oaxaca, no cumplió, solo trabajo a soberbios mexiquenses que hoy en día ocupan diversos cargos de alto nivel. Además, le dio preferencia a los hijos de políticos que siguen siendo muy cuestionados por los oaxaqueños.
Dijo que su gobierno iba ser diferente, y efectivamente marca la diferencia, porque el Estado sigue hundido en la pobreza, es decir.
Ahora en materia de seguridad, ni se diga, más de 10 ejecutados todos los días, y Murat sigue sosteniendo que es el efecto cucaracha, que los delincuentes no son de Oaxaca; quiere tapar el sol con un solo dedo.
Bajo este contexto, el gobernador sabe bien que no pudo con el paquete, que sus funcionarios no le funcionan, pero como dicen sus detractores, como no son de Oaxaca les importa poco trabajar por el bien de la entidad oaxaqueña.
Finalmente, si Oaxaca, después de Gabino Cué, sigue en sin rumbo, es porque Alejandro Murat carece de visión de futuro, no tiene donde mando, mejor prefiere aplicar la política del avestruz, escondiéndose en Nueva York o en allá en su natal ciudad de Mexica, donde también dicen que casi fue corrido porque no dio el ancho, y ahora lo mismo le pasa aquí en Oaxaca, ya goza el repudio generalizado de los oaxaqueños que no ven las horas que se vaya de donde vino.