A partir de hoy, el gobierno de Enrique Peña Nieto desplaza a Petróleos Mexicanos (Pemex) y da entrada a las compañías petroleras internacionales a un mercado de más de 450 mil millones de pesos anuales, asentó el senador Benjamín Robles Montoya al arrancar este viernes la liberación del precio de la gasolina y diésel en Baja California y Sonora.
“Aumentar el precio para liberalizarlo más tarde es un artificio de la reforma energética puesta en marcha por Peña Nieto”, espetó el legislador oaxaqueño y principal promotor de la iniciativa ciudadana para fijar en 10 pesos el litro de gasolina.
Y es que a partir del jueves, la Comisión Reguladora de Energía ya no publicó los precios máximos para estas entidades, como venía haciendo desde el inicio del año. En adelante, cada estación de servicio podrá fijar el precio que quiera y aunque el combustible es el mismo, el precio ya no lo será.
“Pero independientemente de que el mercado se haya liberalizado en dos estados y se mantenga regulado en el resto del país, persiste la política de insensibilidad y agresión en contra del Pueblo de México. El gasolinazo del 1 de enero y la liberalización de hoy es un duro golpe a la economía de las familias mexicanas, tengan o no automóvil, por el impacto en el precio del transporte y la canasta básica”, explicó Robles.
Como consecuencia del gasolinazo, mencionó el también Comisionado Político Nacional del Partido del Trabajo (PT), hoy la población tiene que pagar la gasolina en dólares, porque el gobierno dolarizó el precio de los combustibles automotores para hacer rentables las inversiones de las compañías petroleras extranjeras.
Las mexicanos y mexicanos, dijo, pagan una de las gasolinas más caras del mundo con respecto al raquítico salario mínimo que obtienen por su trabajo. Y tienen que pagar la gasolina como si el tipo de cambio fuera de 22 pesos por dólar, cuando esa divisa ya está en menos de 19 pesos.
“Tal parece que el Gobierno pretende que olvidemos que México es un gran productor de petróleo crudo y dispone de seis grandes refinerías donde se produce gasolina a 5.50 pesos el litro; y tenemos que pagar una enorme carga tributaria que alcanza el 66% del precio de venta al consumidor final, que es la suma de todos los impuestos que se aplican en la cadena de suministro”, reprochó.
Para el luchador social es necesario revertir el gasolinazo, así como la liberalización y la reforma energética, porque nada bueno están dejando al Pueblo de México; son actos diseñados y puestos en práctica para transferir y concentrar la riqueza en pocas manos a costa de los recursos y bienestar de la mayoría.