La Jornada//
Entre los estudiantes de bachillerato de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la violencia se identifica, en general, como golpes y agresiones físicas, pero no es la violencia más frecuente. Los insultos y las agresiones sicológicas como las burlas o que alguien ignore a otra persona son situaciones que se viven más a menudo, de acuerdo con un estudio que está en marcha.
Leticia Pogliaghi, académica del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, presentó avances de su investigación “Expresiones de violencia en el bachillerato: subjetividades y prácticas de los jóvenes estudiantes” en el Segundo Encuentro Metropolitano de Educación Media Superior, que se celebra en el Colegio de Ciencias y Humanidades.
Ahí planteó que a través de entrevistas han encontrado que los jóvenes identifican como violencia las agresiones que tienen la intención de dañar a alguien.
Pogliaghi, que inició esta investigación en 2014, señaló que busca conocer las causas de las expresiones de violencia interpersonal que involucran a los estudiantes, cómo ellos las significan y las viven en el cotidiano en contextos institucionales, sociales, económicos, culturales y espaciales diferenciados.
La hipótesis de Pogliaghi es que difícilmente pueden tener efecto las medidas que las autoridades escolares y los académicos toman para atender la violencia que viven los jóvenes, si la concepción que los mayores tienen sobre lo violento no coincide con la que tienen los estudiantes.
Señaló que distintos estudios han encontrado que el hostigamiento, la intimidación, el acoso, los robos, las agresiones sexuales, y las expresiones verbales y sicológicas son tipos frecuentes de violencia entre los estudiantes de bachillerato.
Además, estas situaciones de violencia pueden darse no solamente en la convivencia dentro de las instalaciones de la escuela, sino también en las redes sociales e internet.
“Puede parecernos que atender la violencia física es más importante, porque pone en juego la vida, pero no sabemos si también se está poniendo en juego la vida al ignorar a alguien o insultarlo, y provocarle otro tipo de efectos con esta violencia”, señaló la investigadora.