* Exige no más impuestos, no más recortes presupuestales y acelerar Zonas Económicas Especiales
Ante el avance de la depreciación del peso frente al dólar y el colapso de los precios del petróleo, el senador oaxaqueño Benjamín Robles consideró urgente que el gobierno mexicano diseñe nuevas medidas de política monetaria para la reactivación y crecimiento de la economía nacional.
Como representante popular de uno de los estados más pobres del país, el legislador federal por el estado de Oaxaca advirtió que no se debe pretender cubrir los faltantes con nuevos impuestos o con más recortes al presupuesto social.
“Las autoridades hacendarias y monetarias deben de adoptar medidas de urgencia económica productivas como acelerar la implementación de las Zonas Económicas Especiales para atraer rápidamente la inversión extranjera directa; y que el Banco de México use las reservas internacionales para cubrir los déficits producidos, reactivar el crecimiento y el empleo de manera inmediata. Estas medidas que propongo avalan la defensa de la economía familiar, que fue uno de los encargos que el pueblo de Oaxaca me solicitó”, sentenció.
Como se sabe, recordó Benjamín Robles, el recorte presupuestal en el 2015 por 124 mil 300 millones se anunció luego que el precio del petróleo se fuera a la baja desde el estimado de 79 dólares el barril hasta 41.7, generando un déficit en los ingresos que fue imposible cubrir con las coberturas contratadas por el gobierno como con la depreciación regulada del peso mexicano.
Esta política de austeridad, dijo, se extendió hasta el presupuesto de este año, por otros 221 mil millones de pesos y por un mayor endeudamiento público; medidas que reiteró han demostrado ser ineficaces para el problema deficitario vigente.
En este contexto, Robles Montoya recalcó que el precio de la mezcla mexicana y del tipo de cambio se siguen deprimiendo más allá de los cálculos previstos, y en estos momentos hay serios riesgos que descienda por debajo de los 20 dólares el barril.
A ello, añadió, se suma el aumento de las tasas de interés y una mayor depreciación del tipo de cambio que llega a valores de alrededor de 18.50 pesos el dólar cuando el presupuesto se programó con 16.50 pesos.
“Esta situación pone en riesgo las finanzas públicas, que siguen dependiendo en gran medida del hidrocarburo para financiar el gasto gubernamental”, asentó.
Lamentó que por esta situación se siga afectando la economía de los millones de pobres de todo el país: “ya se cancelaron decenas de programas de combate a la pobreza y se adeuda a los productores rurales millones de pesos que ya estaban programados”, puntualizó.