El Senador por Oaxaca Benjamín Robles Montoya fue determinante al asentar que con Agustín Basave y Beatriz Mojica el Partido de la Revolución Democrática (PRD) abre una nueva época. Lo anterior, luego de asistir a la sesión del Consejo Político Nacional del Sol Azteca en la que se eligió a dichos personajes como Presidente y Secretaria General, respectivamente.
“Al PRD le ha pasado lo que al país en general: ha olvidado que su gran valía proviene de su gente, de sus bases, de quienes trabajan en el terreno defendiendo la democracia y la igualdad. Por eso tenemos esperanza, porque gente y principios los tenemos. Hay un panorama muy alentador, y ahora depende de la dirigencia tomar las decisiones más consecuentes”, manifestó.
Todos en el partido coinciden, dijo, en tener una gran expectativa del trabajo de Basave y Mojica, pues se trata de la última llamada para el PRD: “o se fortalece como el partido constructivo y crítico que necesita el país —que es lo fundamental—, o en su caso se colapsa definitivamente”.
El senador oaxaqueño fue tajante al considerar que la única manera de fortalecer al PRD es transformando la manera en que se toman las determinaciones en su interior. Como las personas, los partidos son sus determinaciones, no sus declaraciones.
Por eso, apuntó que el PRD hoy debe, en los hechos, voltear otra vez hacia sus convicciones, hacia los principios de la izquierda, y nunca más darle la espalda a sus militantes y simpatizantes.
Por lo que, consideró que a partir de ahora las decisiones que el PRD tome deben tener un sello: “El mandato de las bases del partido, que nunca más sea la imposición sobre las bases o la negociación entre corrientes, el factor que incline la balanza de ninguna determinación, incluyendo el contenido de plataformas, reformas estatutarias o elección de candidaturas a cargos de elección popular”.
Cabe señalar que la elección de la nueva dirigencia se dio en un inusual ambiente de consenso y debate propositivo.
En este contexto, el senador Benjamín Robles dijo que esta circunstancia es perfectamente entendible, pues al partido lo quiere y prefiere mucha gente, pero esos acuerdos cupulares hicieron tanto daño que, por ejemplo, se terminaron perdiendo numerosas elecciones que se tenían prácticamente ganadas, lo cual generaba tensiones innecesarias en las reuniones generales.