Un gabinete para AMLO

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Si López Obrador quería tranquilizar a los inquietos con el gabinete que ayer propuso, tengo la impresión de que no lo consiguió.

Es un grupo desigual, en el que predomina una muy escasa experiencia en la administración pública, que permite anticipar improvisación y yerros… y un mando vertical de AMLO.

Pero, veamos algunos de los casos más relevantes.

Hacienda. Carlos Urzúa es una persona decente e inteligente. Tuvo su experiencia como secretario de Finanzas del Distrito Federal entre 2000 y 2003. Pero encontró que su vocación es más académica y no terminó siquiera la administración de AMLO en la Ciudad. Luego de él, quedó el apostador Gustavo Ponce, como su sucesor. Más allá de sus cualidades, tendría casi 15 años de haber abandonado el sector público antes de tomar una responsabilidad tan compleja como la de Hacienda, donde nunca ha estado.

Gobernación. No cabe duda que en su periodo como ministra de la Suprema Corte, Olga Sánchez Cordero fue una muy destacada constitucionalista. Tuvo una muy larga carrera en el Poder Judicial, pero nunca ha tenido un cargo en el Poder Ejecutivo. Cero.

Relaciones Exteriores. Héctor Vasconcelos es también un hombre inteligente y con trayectoria en la diplomacia, pero su vocación son las letras y la música. Ni modo, en el acomodo no le tocó la institución que sin duda más aprecia, la Secretaría de Cultura.

Desarrollo Social. María Luisa Albores González es desde luego chiapaneca. Ha trabajado con productores rurales desde hace años y encabezó Morena en Puebla. Parece una mujer dedicada a las comunidades del campo, con cero experiencia en el sector público.

Educación. Esteban Moctezuma es el único de los propuestos por AMLO que previamente ha tenido un cargo en el gabinete (con Zedillo). Hombre inteligente y honesto, pero una de sus tareas sería instrumentar la contrarreforma educativa que ha propuesto AMLO.

Economía. Graciela Márquez Colín es una distinguida historiadora que trabaja en El Colegio de México. Su especialidad es la historia económica, sobre todo del siglo XIX. Jamás ha sido funcionaria pública y menos aún ha estado involucrada en negociaciones comerciales como las que enfrenta ahora México.

Energía. Si alguien tenía duda de que AMLO iba a cuestionar la reforma energética, con su propuesta para nombrar a Rocío Nahle como secretaria de Energía, ya puede despejar del todo la duda. Nahle, hoy coordinadora de los diputados de Morena, es militante activa contra la reforma. Ya pueden las empresas del sector empezar a considerar el escenario de una reversa generalizada de la reforma.

Comunicaciones y Transportes. El exdirector de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, Javier Jiménez Espriú llegaría a la SCT a sus 81 años. Es un técnico distinguido que llegó a ser subsecretario de SCT… en el sexenio de López Portillo.

Dejamos sin mencionar por hoy otros puestos.

No detallo el parentesco o relación cercana que algunos de los presentados tienen con militantes o simpatizantes del movimiento de AMLO. Ni tampoco que omitió al secretario de Seguridad Pública, dependencia que prometió reinstalar.

Creo que si López Obrador buscaba dar certeza respecto a la dirección que tendría su gobierno, no lo consiguió.

Más bien, pareciera que los perfiles dejan entrever que sería él quien conduciría a su gabinete. ¿O piensa usted que alguien de los mencionados lo va a cuestionar?

Nota retomada del Financiero


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