Violencia hacia las mujeres destruye a la sociedad, advierte académica

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violenciaLa violencia es un asunto estructural que afecta a hombres y mujeres, pero no en la misma medida, pues la violencia dirigida hacia las mujeres es más cruel y devastadora, porque no destruye únicamente a la víctima, sino a la sociedad en su conjunto, al ser ellas quienes dan continuidad a la vida, advirtió la investigadora Silvia Federici en su conferencia del 14 de febrero último presentada por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca.

Durante su conferencia “Violencia contra las mujeres y los derechos humanos”, impartida en las instalaciones de la Coordinación General de Fortalecimiento a la Cultura de los Derechos Humanos de la Defensoría, la también defensora de los derechos de las mujeres explicó que la violencia se encuentra insertada en las diferentes esferas de la vida social.

Aclaró que hay diversas manifestaciones y niveles de violencia que se mueven en lo cotidiano, desde las palabras hirientes o despectivas hasta los homicidios más crueles, pues, subrayó, “alrededor de la violencia se ha construido una forma de vida”.

Tras de participar en los trabajos del Tercer Diplomado de Estudios de las Mujeres, Feminismos y Descolonización que organiza la agrupación “Lunas del Sur” A. C. en colaboración con la Defensoría, Federici expuso que la sociedad actual desprecia la vida y ha construido una visión monetaria alrededor de ella.

Esta visión sólo beneficia a unos pocos, y estos pocos han promovido una industria de la violencia que les ayuda a mantener la injusticia; por eso existe una estructura social que valida la violencia, y aún más: hace de la violencia una forma de vida, señaló.

La doctora en Filosofía puntualizó que la industria de la violencia, si bien involucra a mujeres, sobre todo convoca a hombres, quienes viven de aquélla, pues al ejercerla obtienen sustento para ellos y sus familias, aunque al mismo tiempo interiorizan la violencia como una forma de relacionarse con sus parejas, así como con sus hijas e hijos, hasta convertirla en su vía para solucionar conflictos.

Silvia Federici detalló que otro factor de la violencia es la militarización de la existencia, promovida por el proceso de globalización que exige la extracción desmedida de recursos naturales y la explotación de las personas para que corporaciones globales obtengan mayores beneficios económicos, lo que globaliza la violencia al generar inconformidad y movimientos de resistencia al despojo.

La cofundadora e investigadora del Comité por la Libertad Académica en África advirtió que los Estados han incrementado el número de elementos de los ejércitos regulares para contener la inconformidad social por los procesos de despojo y la desigualdad que conllevan.

La académica detalló que otro factor fundamental en el proceso de globalización de la violencia es la desvalorización del papel de la mujer en la sociedad y el desprecio del trabajo reproductivo de las mujeres, pues con ello logra desvalorizar la propia vida humana, a fin de que la mayor parte de la sociedad no se inconforme por encontrarse en condiciones miserables aunque genere grandes riquezas para unos pocos.

La profesora emérita (Teaching Fellow) de la Universidad Hofstra de Nueva York indicó que el pilar fundamental de este proceso globalizador de la violencia es la desigualdad, especialmente con respecto a las mujeres, al estereotiparlas como personas inferiores cuyo trabajo no es importante para la sociedad y cuya vida carece de valor, aunque cuando se violenta a una mujer la sociedad entera es la que pierde.

Federici llamó a la reflexión social sobre la violencia y sus diferentes manifestaciones: “Se debe reflexionar que la violencia no sólo es física o psicológica, sino puede llegar a ser social, pues una forma de violentar a las personas es negarles la posibilidad de tener una vida digna al excluirlas y colocarlas en posiciones de vulnerabilidad, tal como ocurre con las mujeres”.

Finalmente, Silvia Federici expuso que es tiempo de cuestionar una estructura social que ha condenado por más de 500 años a las mujeres a vivir en condiciones de miseria, aun cuando son la mitad de la población mundial, además de que ellas han de afrontar la violencia en forma cotidiana en cada una de las áreas de la vida, lo cual ha provocado un deterioro de la sociedad entera.


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