CIUDAD DE MÉXICO. (Excélsior), 09 de noviembre de 2015.-Se desaprueba el reciente amparo de la Suprema Corte de Justicia concedido a cuatro ciudadanos para que puedan autoproducir y consumir mariguana con fines recreativos. Se sabe que no significa su legalización. Aunque se reconoce el derecho de las personas a decidir libremente si consumen o no esta droga, pesan más las preocupaciones por la salud. No obstante, las opiniones están divididas sobre la severidad de las penas a la autoproducción y a los portadores de este estupefaciente para consumo personal, pues muchos rechazan que se les detenga y encarcele, según los resultados de la última encuesta telefónica nacional BGC-Excélsior.
Este amparo de la Corte fue ampliamente conocido. 72% se enteró de este suceso. Tal decisión es desaprobada por la población con teléfono fijo, pues 60% está en desacuerdo y sólo 35% la respalda (gráfica 1).
Se sabe que ese amparo sólo aplica para los ciudadanos que pidieron esa protección judicial (66%) y, por lo mismo, no significa legalizar el uso de la mariguana para todos los mexicanos. En cualquier caso se coincide en que generará un debate que llevará probablemente a retirar la prohibición (71%), aunque de eso no hay mucha seguridad, pues no se observa una perspectiva dominante al respecto: cerca de la mitad cree que se relajará o se quitará, pero otra proporción parecida piensa que se mantendrá como ahora o incluso que se endurecerá (gráfica 2).
Este fallo de la Corte no impulsa un mayor apoyo a la despenalización de la mariguana. Por el contrario, baja a los niveles observados en febrero. En efecto, 34% cree que se debe legalizar el uso de esta droga contra 63% que opina que no (gráfica 3).
La opinión está dividida sobre si los ministros de la Corte que decidieron el amparo actuaron con libertad de criterio en este caso (38%) o si alguien les ordenó ese fallo (43%). Quienes creen que no decidieron en libertad tienden a mencionar al gobierno de Peña como el actor externo que los presionó y, en segundo término, a los cárteles del narcotráfico. Adicionalmente, el otorgamiento de este amparo se tiende a percibir como una resolución tomada a la ligera (55%) y basada en una interpretación muy laxa de la ley (58%).
Pocos se enteraron de la respuesta del presidente Peña Nieto y de la Secretaría de Salud ante este amparo (20%). Se cree que el gobierno apoya en mayor o menor medida la resolución de la Corte (52%) (gráfica 4).
Paradójicamente se coincide con que la decisión de consumir o no mariguana debería ser libre para un mayor de edad porque es parte de su derecho a decidir su modo de vida (54%) (gráfica 5). Sin embargo, la gente está en contra de que pesen más las consideraciones de derechos individuales sobre las de la legislación de salud en esta resolución de amparo (seis de cada diez están contra esa postura de la Corte).
En efecto, son más determinantes en el ánimo de la gente las consideraciones sobre los efectos de esta droga en la salud y el deficiente control que se prevé en la distribución de este estupefaciente si es permitido. De ahí que mayoritariamente se crea que lo decidido por la Corte va a traer efectos negativos (66%) (gráfica 6).
El apoyo a la prohibición no significa que se respalde la severidad de las penas previstas en la actualidad. La población tiene puntos de vista divididos sobre si se debe detener y encarcelar a alguien que fuma varios cigarrillos de esta yerba por puro gusto (sí 43%, no 38%) y se inclina porque no se aplique este castigo a quien cultive una planta en su casa para uso personal (no se le debe detener y encarcelar, 49%). En cambio, hay consenso en que se debe enviar a prisión a quien lleve mariguana para vender (82%) (gráfica 7). Además, como ya se ha observado en encuestas anteriores, la opinión pública está a favor de permitir el uso de la mariguana para fines medicinales, opinión que se vuelve a ratificar en esta encuesta (acuerdo, 76%).