Conmemoró cabildo huajuapense 143 aniversario luctuoso de don Benito Juárez

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Texto: Joel F. Gálvez Vivar

Fotos: Karol Joseph Gálvez López

 

23Huajuapan de León, Oaxaca 19 de julio 2015.-La tarde de sábado 18 del actual, se efectúo la sesión solemne en el que se conmemoró el l43 aniversario luctuoso del Benemérito de la Américas el indomable indio de San Pablo Guelatao, don Benito Juárez García. Luis Antonio Ramírez Pineda, ex-aspirante a diputación federal por el distrito 03 electoral por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), pronunció el discurso oficial conmemorativo ante el pleno de concejales y numeroso público asistente al acto protocolario.

 

El primogénito del ex-gobernador de origen mixteco Heladio Ramírez López, se pronunció por la recuperación de la historia, ‘nuestro país tiene la necesidad de recuperar su historia y el ejemplo de nuestros mejores hombres en el ejercicio de la conducción política y en la defensa de nuestros principios y valores’, indicó.

Al tiempo exhorto a inspirarse en la voluntad férrea juarista, levantar la mirada para buscar mejores caminos y paradigmas para dar certidumbre a nuestro futuro como nación libre y justa. ‘este aniversario se da, cuando nuestro país tiene necesidad de fortalecer  sus valores morales; de recuperar su ética política atropellada por el pragmatismo; cuando se tiene el imperativo de reconstruir las ideologías para el desarrollo, cuando es preciso reiniciar una conversación creativa y constructiva sobre todo entre gobierno y la sociedad’, resaltó Ramírez Pineda.

‘Debemos hacer cada día más vigente su pensamiento político e ideológico, pues Benito Juárez nos dejó lecciones trascendentes: Nunca perdió la sencillez; la capacidad de aprender y reflexionar serenamente y con claridad sobre los problemas más complejos políticos y sociales de aquella época turbulenta; fue valiente en sus decisiones de defender la soberanía del país cuando fuerzas extranjeras querían hacer de México un rehén de sus intereses expansivos; supo plantear con visión las normas básicas que deben regir las relaciones entre los individuos y las naciones. Fue impulsor de la justicia; de la educación popular, del estado laico: del llamado sincero a la modesta medianía de los funcionari8os públicos’, acotó tajante el también funcionario del gobierno federal.

Luego reconoció que Juárez fue un estadista porque tuvo visión y la claridad para saber que no hay victorias ni epopeyas sin el pueblo. Juárez confió, siempre, ciegamente en las fuerzas del pueblo, cuando muchos estaban llenos de dudas. Con maestría conduce las nuevas fórmulas para organizar al Estado y la sociedad. Fue un líder excepcional, par aun tiempo también excepcional de nuestra patria. No llegó a la Presidencia de la República por la simple ambición del poder político, menos por apego a las riquezas o a los lujos, pues era incorruptible. Su integridad moral era absoluta. Lo que a Juárez lo determinó, fue el cumplimiento de un deber superior: Salvar a la República, subrayó Luis Antonio.

Finalmente demando que ‘en estos tiempos complejos que vive nuestra patria, tenemos necesidad de voltear hacia él nuestra mirada y bajo su legado, tomar decisiones trascendentales. Es muy importante hoy, reivindicar el valor de la  política y construir nuevamente la confianza y la credibilidad en los políticos. Con Benito Juárez y la  generación de la Reforma, que es la más grande de nuestra historia patria, nuestra nación tuvo una visión y un ideal colectivos que, nosotros, ésta generación de políticos tenemos el deber de recuperar’, puntualizo.

La política, concebida éticamente, tiene que ser, la tarea más noble, comprometida y responsable. Sustentados en esos valores, tenemos que mirar hacia el futuro, sin esconder el pasado. No ser pasajeros, sino conductores de una modernidad que no debe quedar atrapada en los apetitos del simple pragmatismo, sino que conviva con los valores del idealismo. Que nueva conciencia crítica nos ayude a librarnos de la idolatría del mercado. Nadie, menos los mixtecos, podemos cruzarnos de brazos ante éstos desafíos. Es nuestro deber y compromiso existencial organizarnos y levantar nuestra voz y nuestra acción para encarar estas anomalías estructurales de nuestra sociedad. Es el mejor homenaje que podemos rendir al más grande de los oaxaqueños y de la historia de México’, concluyó Luis Antonio Ramírez Pineda.

 

 


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