En el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la tarde del pasado jueves, personal de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), organizó una “Caminata a ciegas”.
La actividad tuvo como objetivo general sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de incluir en todos los ámbitos a las personas con discapacidad, así como respetar sus derechos y de manera específica se concientizó a los participantes acerca de los desafíos por los que atraviesa una persona con discapacidad visual.
La dinámica consistió en formar dos grupos de personas; en el primero, los integrantes fueron vendados de los ojos para caminar a “ciegas” y a algunos se les entregó un bastón, mientras que en el segundo grupo los participantes fueron instruidos acerca de la manera correcta para actuar como guías de los primeros.
Con un recorrido por el Andador Turístico de la capital del estado, la caminata partió en punto de las 18:00 horas de la Alameda de León, para concluir en el atrio del templo de la Preciosa Sangre de Cristo, en donde se realizó una plática acerca de cómo ayudar, cómo tratar y cómo referirse correctamente a una persona con discapacidad, lo que finalizó con la intervención de un cuenta cuentos y la historia de “Un ciego sabio”.
Al respecto Edgar Nazario Cruz Luján, jefe de departamento de programas especiales en la Dirección General de Prevención del Delito y Participación Ciudadana de la SSPO, y quien es un entusiasta promotor de los derechos de las personas con discapacidad, dijo que en una primera etapa, la acción contó con la participación de ciudadanos, funcionarios públicos de la Policía Auxiliar, Bancaria, Industrial y Comercial (PABIC), Policía Estatal y demás integrantes de la secretaría.
Sin embargo, agregó que se buscará que el programa se extienda con la participación de más sectores de la población, en busca de abrir un canal de comunicación en donde la ciudadanía conozca las maneras básicas en las que puede apoyar a las personas con discapacidad.
Luego de participar en la dinámica con los ojos vendados, algunos participantes como Mireya Santiago, compartieron que “si se siente extraño y da miedo. Al caminar sentí un poco de seguridad cuando me guiaban, pero se siente la presión. Uno se da una idea de lo que pasan las personas que no pueden ver”.
Por su parte Miguel Pacheco comentó que “hubo momentos en los que sentí impotencia porque como no veía, oía a las personas que hablaban a mi alrededor y escuché a una que habló y nos criticó, sin saber de qué se trataba. Fue una buena experiencia para darse cuenta que es necesario respetar a las personas con discapacidad”.